Euskadi necesita una gran banca pública autonómica al servicio de la economía vasca, la creación de empleo y el crédito a las empresas y a las familias.
Kutxabank es producto de la fusión de las tres cajas vascas (Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), de Kutxa y Caja Vital) y la absorción de Caja Sur, beneficiada con 1.192 millones de euros de dinero público aportados por el FROB, y es la novena entidad financiera española, con unos activos en torno a los 60.000 millones de euros en activos, cerca de 1.000 oficinas y unos 6.000 trabajadores. Y una cartera industrial de unos 2.700 millones de euros, con participaciones en Iberdrola, CAF, Euskaltel y Petronor…
Recortes Cero defiende la recuperación de Kutxabank y que sea el germen de una gran banca pública vasca.
-Para convertirla en un motor de la inversión productiva, la reindustrialización y la creación de empleo, la economía verde, las nuevas energías y el crédito a bajo interés para las pymes, autónomos y familias.
Kutxabank cerró 2019 con unos beneficios netos de casi 352,2 millones de euros.
-Una banca pública de esta envergadura tendría todas las condiciones para acabar con la asfixia de la deuda y sus intereses, y con la dependencia de la financiación de la gran banca y los fondos extranjeros, que lastran el desarrollo del País Vasco.
-Para imponer unas nuevas reglas del juego al sistema financiero en Euskadi con una política de créditos a bajo interés y de lucha contra los desahucios, paralizándolos, aplicando la dación en pago retroactiva y poniendo a sus viviendas vacías al servicio del alquiler social.